El texto bíblico del Éxodo es uno de los más relevantes en el desarrollo tanto del judaísmo como del cristianismo debido a la importancia que pasajes como el de los diez mandamientos, el del Arca de la Alianza o lo narrado sobre el propio comportamiento de Yahvé, por citar solo algunos ejemplos, han tenido y tienen en el sistema de creencias de ambas religiones y sobre el que se ha cimentado gran parte de su edificio ideológico.
Sin embargo, dicho Éxodo queda muy lejos de la realidad histórica tal como demuestra esta obra y, asimismo, muchos de los preceptos e ideas religiosas vinculadas a este episodio son tomadas de otras religiones de la antigüedad.
En este libro, un especialista que ya impactó a la opinión pública con su trabajo sobre el Génesis, vuelve a diseccionar el texto bíblico y, basándose en un profundo conocimiento de la investigación histórica e incluyendo textos tan importantes para entender el sustrato ideológico y cultural como El código de Hammurabi, La confesión negativa del mal llamado Libro de los muertos egipcio o algunos fragmentos de Papiro Ipuwe, demuestra que toda pretensión de mostrar como real, en cuanto a la historia se refiere, la conocida aventura de Moisés y el pueblo hebreo, es hoy un esfuerzo tan estéril como pretencioso. Del mismo modo, el propio origen hebreo de Moisés queda asimismo entre fuertes interrogantes.
Una obra sólida y, sobre todo, demoledora, ya que si bien la fe es una experiencia subjetiva y personal, la historia debe siempre estar sometida al análisis, a la investigación y a los datos objetivos, por lo que sin entrar en el ámbito de las creencias, lo cierto es que el Éxodo, tal y como nos lo contaron, nunca existió.