Tras quedar destruida, Deadendia ha sido convertida en hotel. Ahora, Norma las está pasando canutas: es incapaz de mantener su propio fantasma dentro de su cuerpo. Y, además, su amistad con Barney pende de un hilo. Mientras Barney llora la pérdida de su querido Boniato, una oportunidad como luchador en la Federación de Lucha Demoniaca llama a su puerta. Aunque todo empieza a tambalearse cuando sus amigos descubren que están en medio de una batalla eterna entre demonios y ángeles.