¡No es fácil ser una chica ciberdependiente!
Deslizar, compartir, dar like y deslizar de nuevo. Una y otra vez... Mientras se seca el pelo, mientras está en la cama, mientras cocina. Esta obsesión por el teléfono y las redes sociales le provoca ansiedad. Bach se da cuenta y lo confiesa... es ciberdependiente. Por ello decide hacer una cura: pasar un mes sin redes sociales.
Si algunos lo hacen con el alcohol, ¿por qué no con las redes sociales? Durante ese mes de abstención, Bach documentó sus reflexiones sobre la utilización que hacía de las redes sociales, el efecto que producía en la gestión de su tiempo, en su concentración, en sus pasiones y en la relación con sus cercanos.
A través de su experiencia, la autora, que precisamente ha alcanzado su popularidad gracias a las redes sociales, plantea numerosas cuestiones que nos invitan a reflexionar.
Este es el reportaje en forma de cómic fruto de esa experiencia.