¿Cómo ha evolucionado la percepción del futuro a lo largo del siglo xx? ¿Cómo hemos
imaginado el futuro, cómo lo han imaginado los artistas, los poetas, los filósofos? ¿Y cómo
lo imaginamos ahora?
Hoy el futuro parece estar atrapado en un laberinto: si persistimos en identificarlo con la
expansión, nos sentiremos cada vez más atrapados por la ausencia de futuro. Si por el
contrario queremos acceder a la dimensión que se abre después del futuro, deberemos
renunciar al prejuicio del crecimiento ilimitado, de la expansión económica, de la
aceleración.