Este libro propone una reflexión en torno a las estrategias archivísticas, los usos y los significados atribuidos a los documentos y a los archivos por parte de las organizaciones familiares de la élite de Canarias entre los siglos XVI y XIX. A través del enfoque interdisciplinar de la archivística histórica, el libro se centra muy especialmente en la dimensión sociogenética de la práctica archivística, tratando de discernir cómo se desarrolló la particular relación de cada generación con el archivo y cómo esta resituaba a la organización familiar dentro de las jerarquías sociales imperantes en su propia época. Además de esa proyección social, este libro explora la necesidad del archivo para la justificación de la dominación a escala interna, especialmente importante en casos de conflictividad intrafamiliar. Comprender cómo la configuración de los archivos reelaboraba las raíces de papel de la familia, otorgando nuevos significados a los antepasados, a los parientes y a los descendientes representados en los documentos, en las clasificaciones y en las descripciones archivísticas es el gran reto de esta obra.