Nerja, 1946. En la comarca de la Axarquía, a pesar del final oficial de la guerra, el enfrentamiento entre la guardia civil y la guerrilla continúa. Son tiempos revueltos, donde la lucha encarnizada entre los partidarios de hacer cumplir la ley del régimen, y aquellos que todavía defienden los ideales de izquierdas, sigue cobrándose víctimas inocentes.
En el cuartel de Carabeo, el ansia del capitán por aniquilar a los maquis y lograr así el esperado ascenso, le hace confiar en uno de sus subalternos. El cabo Largo, un hombre despiadado y violento, imparte justicia a su manera. Acompañado de su fiel escudero, cometerán toda clase de tropelías bajo el amparo del uniforme de la Benemérita.
Atemorizado por la venganza y el ajusticiamiento, Antolín, un joven republicano, como muchos otros hombres de bien, se verá forzado a echarse al monte. En su huida, arrastra a Clemente, un pescador al que nunca le había interesado saber de política. Atrapados por las circunstancias, tendrán que empuñar un arma e integrarse en la guerrilla si quieren sobrevivir.