Greil Marcus ha escrito la biografía de una canción. Grabada el16 de junio de 1965, «Like a Rolling Stone» se incorporó inmediatamentea la iconografía de su época, y con tanta fuerza quevarias décadas después sigue evadiendo los zarpazos del tiempo.Los músicos reunidos en el estudio deambularon por unaveintena de pruebas baldías persiguiendo algo inasible que soloatraparon durante la cuarta toma del segundo día. Habían dadoinopinadamente en el clavo, y ahí quedó una versión que nadieha mejorado, ni siquiera el proteico Dylan con sus veleidosasinterpretaciones.El itinerario de Dylan como cantante folk y la prelatura que lehabían asignado como «voz de su generación» llegaban entoncesa un callejón sin aparente salida: el nuevo paisaje que los Beatlesy otros grupos habían diseñado representaba para él un desafío yun llamamiento. Marcus evoca en estas páginas la atmósferacordial y ferozmente competitiva en que se movían los astros dela música hacia 1965 (año, conviene recordarlo, sacudidotambién por conmociones como «Help!» o «Satisfaction»). Dylanvibraba en ese medio, absorbía todas las influencias, reaccionabaa