Como refleja en las páginas introductorias el autor y recopilador de estas historias y recetas, el nuestro es el país de los pucheros. Las mil variantes de nuestros cocidos, marmitas, potajes, ollas, calderetas y demás familia, dan fe de un pueblo rebosante de imaginación que lo mismo bautiza con la gracia del cante flamenco al artista y al condumio como alumbra gloriosos platos de cuchara en la soledad del campo y las noches estrelladas. Los perfumes del campo, de la huerta, de las mareas, de la montaña o del ferrocarril se armonizan en este libro con ingredientes lujuriosos, pantagruélicos o tan humildes que abren la perola a la utopía creativa.
El cocido madrileño, el canario, el de Lalín o de Sarria gallegos, el maragato leonés, el lebaniego o el montañés cántabro, la fabada, la escudella i carn d’olla catalana, la olla podrida burgalesa, las «berzas» andaluzas o las calderetas pastoriles de la trashumancia mesetaria son solo algunos de los platos que encontrarás en este amplio recetario.
Con su habitual escritura entretenida, seductora, de valiosa información, Pepe Barrena nos cuenta en estas páginas historias y etimologías de los pucheros, desde los más opíparos hasta los veganos, los de los patios andaluces o los que portan los nombres más peculiares, finalizando el festín con el regalo de las aportaciones de chefs estelares con sus versiones del puchero para hacer en casa. Todo adornado con un recetario apto para todos los amantes del cuchareo y el pringue, infalible preludio de una buena siesta, y antesala de la felicidad.