Desde el nacimiento del rock and roll, el cine siempre estuvo a su lado, documentando lo que se movía a su alrededor. Primero tímidamente con un festival (The T.A.M.I. show), para entrar de golpe en el cinéma vérité con Bob Dylan (Dont look back) o los grandes espectáculos pensados para las pequeñas (Elvis: ?68 comeback special) o grandes pantallas (Woodstock). No tardaron en llegar los realizadores consagrados, como Martin Scorsese (El último vals) o Jonathan Demme (Stop making sense), para reconocer la música que les había marcado en su juventud y, de paso, firmar dos de las mejores películas de la historia del cine de cualquier género. Tras un primer libro dedicado a recoger Las 100 mejores películas del rock (de ficción), ahora se presentan 100 documentales (y series televisivas) esenciales, unos cuantos bien conocidos y otros a descubrir, entendiendo el concepto rock en su más amplio sentido: pop, soul, punk, jazz, heavy metal, country, hip hop, blues, folk, reggae? Y aunque la presencia anglosajona es mayoritaria e ineludible, se destacan cintas de otros países. Son documentales que no sol