El libro es básicamente un juego, un juego para el lector. Y su último cuento, «Final del juego», es simplemente el final de ese entretenimiento que se desarrolla mientras se lee. Empeñado en transgredir las leyes de la narrativa convencional, en estos relatos Julio Cortázar combina la intertextualidad, un uso inédito de lo coloquial y el juego interminable para hacer entrar al lector en un particularísimo universo donde nada es lo que parece. Desde el magistral «Continuidad de los parques», hasta el magnífico retrato de infancia que es «Final de juego», este libro ofrece todos los matices de la imaginación y la sensibilidad de su autor. «No se culpe a nadie,», «Los venenos», «La puerta condenada», «Torito», «Axolotl», «El móvil», «La noche boca arribar»... Final de juego es, quizás, el libro de cuentos más generoso de Julio Cortázar. Reseña:
«Cortázar es el mejor.»
Roberto Bolaño