Sergio e Isabel se conocen desde niños, exactamente desde que ella entró en la escuela a mitad de curso y se sentó a su lado. Fue odio a primera vista.
Isabel, de mayor, quería salvar vidas. Pero no como los superhéroes de ficción, sino de verdad, en hospitales y operando.
Sergio soñaba con ser millonario sin dar palo al agua y sin dejarse la piel en aburridos trabajos.
Ya de adulta, Isabel es médico cooperante en Kenia y lucha por los más vulnerables, hasta que se ve obligada a regresar a España porque necesita las costosas medicinas modernas, que jamás llegan a los países pobres, para curarse a sí misma.
Sergio es Kaos, el Príncipe del Paraíso, uno de los dueños del club swinger El Lirio Negro. No es tan rico como soñaba, pero se le acerca. Ve pasar los días sin más ambición que no aburrirse demasiado, atormentar a sus socios con sus travesuras y dejar correr las horas con obligada indolencia. Tiene todo lo que siempre ha deseado. O, en realidad, lo que siempre se ha permitido desear. Porque una vez, tiempo atrás, Isabel le hizo tener otro sueño y le arrancó una promesa.
Cada miércoles, fiel a su palabra, deja de ser Kaos por unas horas para volver a ser Sergio. Y uno de esos miércoles el destino, puñetero como siempre, pone en su camino a Isabel.
Si te quedaste con ganas de saber algo más de Kaos, el personaje secundario de lujo en Morder tus labios sobre sábanas de seda y No lo llames sexo... ¿O sí?, esta es tu historia.