La chica desastre de los vestidos de verano consta de poemas y prosas poéticas que conforman, como un mosaico, la imagen de un amor real, con sus luces y sus sombras, con todas las etapas por las que se desarrolla un romance actual, de personas que descubren el amor: seres impulsivos, con la emoción a flor de piel, destacando las virtudes y reconociendo los defectos, sin ocultarlos ni maquillarlos. Textos que hablan de afecto, de desamor, de superación, de creer en las posibilidades de uno mismo, a través del enmarañado camino de las pasiones. E incluye textos nuevos que harán las delicias de sus incondicionales.
Me gusta porque llora como una niña pequeña y ama como una mujer, porque es la más cobarde a la hora de ver una película de terror y la más valiente cuando se trata de apretarme la mano en las dificultades, porque cuando ve una abeja reacciona como si la persiguiera un dinosaurio y cuando la vida la amenaza de verdad aguanta de pie sin la menor dubitación.