Enseñar a los niños a gestionar sus pensamientos y palabras sin interrumpir. ¡Lucas siempre interrumpe! Todos sus pensamientos son muy importantes para él, y cuando tiene algo que decir, sus palabras rugen y gruñen en su estómago, se menan y bailan en su lengua y luego empujan sus dientes, justo antes de entrar en ERUPCIÓN (o interrumpir). ¡Su boca es un volcán! Pero cuando otros comienzan a interrumpir a Lucas, él aprende cómo esperar respetuosamente su turno para hablar. Mi boca es un volcán adopta un enfoque empático del hábito de interrumpir y les enseña a los niños una técnica ingeniosa para ayudarlos a manejar sus palabras y pensamientos inquietos. Contada desde la perspectiva de Lucas, esta historia ofrece a padres, maestros y terapeutas una forma entretenida de enseñar a los niños el valor de respetar a los demás escuchando y esperando su turno para hablar. De 4 años en adelante.