El protagonismo de España en la Historia Universal durante los siglos XVI y XVII fue incuestionable, siendo los Reyes Católicos, el emperador Carlos y el rey Felipe II quienes fijaron los hitos de un imperio poderoso. En aquella época, impregnada de conflictos sucesorios, sobre todo en la Corte de Castilla, se desarrollaron acontecimientos que marcaron la Historia de la Humanidad. Desde la Reconquista de Granada, el descubrimiento de América, la primera vuelta al mundo, las sublevaciones contra la Corona de los Comuneros y las Germanías hasta el Concilio de Trento, la Inquisición, el Humanismo cristiano y la gran explosión del Renacimiento, España fue un hervidero de vida reflejado por los escritores de la Edad de Oro que lo vivieron en primera persona. Personajes esculpidos según el modelo renacentista como el Gran Capitán, Rodrigo de Mendoza o Garcilaso de la Vega aparecen en el relato junto a otros artistas y pensadores de la época. En este contexto de la apasionante historia de España sobresalió una mujer, sepultada hasta ahora en el silencio de los tiempos: la II Marquesa del Zenete, doña Mencía de Men