Una llamada anónima advierte de que hay un cadáver en una de las torres de iluminación del estadio Vicente Calderón, que se encuentra en pleno proceso de demolición. El cuerpo sin vida corresponde a Nadia Coronado, una jugadora de veintidós años y estrella de un equipo modesto de la primera división de fútbol femenino. Todo apunta a que Nadia ha sido asesinada. La inspectora de homicidios Sol Trocás será la encargada de resolver el caso junto a la subinspectora Gemma Silom. Ambas policías no solo tendrán que averiguar quién mató a Nadia; también deberán enfrentarse a otro problema: el machismo aún existente en una parte de la sociedad.