El 22 de agosto de 2013, Edu Cots y Carles Humet llegaban a las puertas del circuito de Motegi (Japón) sobre dos Impala 2. Habían completado una ruta de más de 20.000 km desde Barcelona, atravesando Europa y Asia. Su Desafío Impala cruzaba la tercera meta y con ello cumplían un sueño, no solo el de ellos dos, sino también el de todos los amantes de las motos y la aventura que vivieron esta historia como propia.
Una aventura al más puro estilo clásico, marcada por la camaradería, que llevó a dos locos aventureros por cuatro continentes a lomos de la Impala: «la moto collonuda». Una moto robusta, sencilla y para todo uso, que produce una sensación inigualable por el sonido de su motor y el olor de la mezcla de gasolina y aceite, y que convierte en especial todo lo que la rodea.