Uno de los grandes protagonistas del movimiento impresionista, Pierre-Auguste Renoir (1841-1919) sigue siendo una figura destacada en la historia del arte al tiempo que sigue atrayendo al público. Bañada por la luz del sol, encantadora y sensual, su obra es una muestra de la pintura más alegre y luminosa, y una defensa de la pintura al aire libre y de las innovaciones de su tiempo relativas al color.
Renoir fue un artista prolífico, con varios miles de pinturas realizadas a lo largo de su vida. Muy influido por artistas innovadores como Courbet, Degas, Manet o Delacroix, trabajó con contemporáneos como Monet en la exploración de nuevos usos y aplicaciones del color, logrando textura y profundidad a partir de pinceladas sueltas. Atraído por las escenas íntimas y tiernas, entre sus temas más recurrentes se cuentan amantes, madres y numerosos desnudos.
A medida que su carrera avanzaba, Renoir experimentó con diferentes estilos y técnicas, alejándose del etéreo toque impresionista para acercarse a una corporeidad más clásica y robusta, lo que en ocasiones se ha descrito como su “período Ingres”, y más tarde a piezas monumentales como Les Grandes Baigneuses. De entre la abundante producción de su larga carrera, este libro imprescindible sobre Renoir selecciona las obras clave del artista para explorar sus innovaciones en el arte de la pintura, así como la tradición que hay detrás de su búsqueda de la representación de la belleza, la armonía y la figura femenina.