Sucede a veces, pocas, que abres un libro y dejas que te devore. Los versos de Ángelo Néstore (Lecce, Italia, 1986) tienen esa virtud, poseen la capacidad de arrasarte, traspasan las fronteras de la poética, aparecen como un espacio escénico donde es posible el todo y la nada, la identidad y la herida. Lo saben bien los escritores Javier Fernández y Alejandro Simón Partal que arropan, intencionadamente y con certezas, el debut poético de una voz joven pero poderosa. "Este drama muestra unos cuerpos ajenos que forman un nosotros, una tensión entre amar y ser amado, que acaba trascendiendo lo numinoso. Y, quizá lo más importante, es germen de autenticidad, de emoción soterrada, de cántico austero que engendra belleza: una propuesta íntima de aspirar a otra posibilidad".