De media, se puede afirmar que una persona defeca dos veces al día, si no padece de problemas intestinales. Si cada sesión dura unos 10 minutos, se podría decir, casi científicamente, que pasamos, también de media, 20 minutos, por 365 días, un total de 7.300 minutos al año sentados en el inodoro. Esto equivale a cinco días, o algo más de 121 horas.
¿Por qué no emplear ese tiempo en algo útil y constructivo? El libro que tienes entre las manos -y esperamos que lo disfrutes mientras te sientas en un buen inodoro- te puede servir para emplear esos momentos de escatología en aprender cosas tan útiles como que una bola de helado se termina con 50 lametones, que en España hay más de 23.000 rotondas o que las banderas de Namibia y Sudáfrica fueron diseñadas por la misma persona.
¿Vas a renunciar a tanta sabiduría?