El turbulento tiempo en el que nos ha tocado vivir, particularmente aquí en España, explica el actual resurgimiento de la historia constitucional y de la Teoría del Estado y de la Constitución, pero también el renovado interés que suscitan las debilidades de la Constitución de Weimar.
Las analogías entre las tensiones de nuestros días y las fracturas de aquellos años, de desenlace inequívocamente trágico, vuelven espurios los estudios exclusivamente historicistas o culturalistas. Al menos así lo entienden Josu de Miguel y Javier Tajadura, que se acercan al periodo de entreguerras, y a dos de sus juristas más importantes, Kelsen y Schmitt, animados por una premisa clara: que es preciso evitar que se repitan, aquí y ahora, los errores que se cometieron en un pasado no tan lejano como comúnmente se cree.
Las páginas del libro describen el soterrado diálogo que ambos juristas mantuvieron durante el período de entreguerras, una verdadera conflagración intelectual alrededor de dos formas antagónicas de entender el derecho público.