Tomás está algo enfadado. Su verano pinta muy mal en un lugar con pocos habitantes, menos niños, mala cobertura y sin wifi. Por si esto fuera poco, tendrá que escribirse por correo postal con un chico de Kazajistán, el misterioso M., que le contará una extraña historia sobre la desaparición de un mar. Menos mal que llegarán Irene y Candela para darle un poco de emoción a sus vacaciones.