«Tengo gatos en la cabeza, como quien tiene pájaros. Creo que a veces necesitamos librarnos de esas ideas y recuerdos, que resuenan lejanos como pequeños maullidos y despiertan sensaciones aparentemente olvidadas.
Entonces se desatan esas ganas de gritar, de recuperar imágenes y dibujar para ir desenmarañando el ovillo de la memoria. Este es uno de esos momentos en la vida para abrir las puertas de lo inesperado y dejar que todos esos pensamientos dormidos vuelen y encuentren su lugar en cualquier parte, incluso entre las páginas de este libro.»