Cathcart salta de una isla a otra en busca del paraíso terrenal, pero este se le revela huidizo. No lo encuentra en la vida en comunidad de la primera isla, ni en el matrimonio de la segunda, ni en la soledad de la tercera.
"El hombre que amaba las islas" es una mezcla de lo salvaje y lo onírico donde Lawrence, a través de su personaje principal, nos muestra la incomodidad ante una sociedad de la que no se siente partícipe y cómo, en su búsqueda, descubre que el Paraiso no dista tanto del Infierno.