Robos, expolios y anécdotas del arte viajero no es un libro de ficción, pero tiene el ritmo de las novelas de intriga y el estilo de un narrador con voz propia. Ofrece una aproximación al arte desde una perspectiva singular, la de la vida íntima de las obras, su entorno social y sus avatares históricos. Trata sobre los viajes llenos de misterio y aventura que a lo largo del tiempo han recorrido muchas obras hasta llegar a su ubicación actual; obras a las que las peripecias de la historia las han llevado de un lugar a otro. Estos viajes permiten recrear un mosaico de apasionantes personajes (artistas, modelos, marchantes, coleccionistas, mecenas; pero también saqueadores, ladrones más o menos idealistas y un largo etcétera), de estilos y movimientos artísticos, de espacios simbólicos donde las obras fueron colgadas (del despacho de un banquero a la alcoba de una amante), de sucesos y emociones.
Un libro que, a partir del arte, habla también de la sociedad, la economía, la política o la vida privada a lo largo de una interminable cadena del tiempo.