El peor de los tiempos
(La quinta de Eladio)
Eladio Monroy se ve obligado a salir de su retiro para buscar a Elvira, la hija de su viejo amigo Pepiño Frades. En principio, no hay misterio: parece un asunto sencillo, cuestión de entrar y salir, patear un par de calles, hacer un par de llamadas, conseguir una dirección o un número de teléfono. Pero el rastro de Elvira Frades conduce a sórdidos territorios a los que se accede por la puerta de atrás de los salones más lujosos.
Así arranca la quinta de Eladio Monroy, el Mike Hammer de la calle Murga, experto en meterse en líos y en salir de ellos a hostia limpia.
La serie Eladio Monroy
Eladio Monroy no es policía ni detective. Ni siquiera un periodista. Pensionista de la marina, complementa su mísero sueldo con encargos bajo cuerda. Tan sarcástico como sentimental, tan culto como maleducado, se enfrenta a cada problema con astucia, perplejidad y grandes dosis de mala baba. No es que le apetezca andar por ahí investigando a la gente y haciendo justicia. Lo único que quiere es ir echando días para atrás en la ciudad que lo vio nacer. Pero, irremediablemente, siempre acaba viéndose obligado a hacer cosas que nadie hará si no las hace él.
Las novelas de la serie Eladio Monroy se inscriben en el hard boiled más clásico y, al mismo tiempo, resultan absolutamente singulares. Ambientadas en Las Palmas de Gran Canaria, bucean en las contradicciones de la sociedad española y las ponen de relieve en argumentos autoconclusivos plagados de giros, humor y violencia.
Por supuesto, Monroy no está solo. Siempre puede contar con la fauna del bar Casablanca (Casimiro, Dudú y el Chapi); con el comisario Déniz; con Manolo el comunista y ese fantasmagórico grupo de colaboradores que se autodenomina La Asamblea; con su hija Paula y con Mónica, pareja de deshecho de esta; y, sobre todo, con Gloria, su vecina, amiga con derecho a roce y librera habitual. Estos y otros personajes rodean a Monroy en su día a día, mostrándole que no todo es infierno.