La figura de Mahoma (570-632) ha suscitado siempre inacabables controversias en el mundo occidental. Karen Armstrong comienza su libro con un documentado retrato de la situación en que se encontraban las tribus beduinas en la Arabia del siglo VI. En este ambiente, politeísta y desunido políticamente, Mahoma, vivió durante el mes de Ramadán de 610 una experiencia mística que cambió el curso de la historia: el comienzo de las revelaciones que pronto fructificarían en el Corán.
La autora narra los inicios de la nueva religión, el islam, y las disputas teológicas y políticas que desgarraron la vida de numerosas familias de La Meca o de Medina. Mahoma se perfila en estas páginas como un hombre complejo, apasionado, frágil, dotado para la política y fiel a lo que entendía como una misión personal y trascendente.