¿Cuántas veces ha dicho que no sabe dibujar? Si lo ha dicho, no lo diga más. Hacerlo implica abandonar antes de empezar y el mayor obstáculo para aprender a dibujar es uno mismo. Lo mejor que puede hacer es relajarse. No siempre resulta fácil despreocuparse por el aspecto de un dibujo; por eso, ha de aceptar que sus dibujos no siempre saldrán como los había imaginado. Intente desconectar la parte del cerebro que contiene ideas preconcebidas sobre cómo debe de ser un dibujo. Se trata del proceso de dibujar, no del resultado.
Cuando empiece a relajarse, notará que lo que más le preocupa es lo que está dibujando, no cómo lo está haciendo. Y cuanto más observe, más empezará a ver las cosas de manera diferente.