A lo largo de los más de 40 años de pervivencia de la violencia terrorista en España, todos los Gobiernos españoles, instituciones o colectivos sociales han intentado a través del diálogo o la negociación solucionar el llamado por el nacionalismo vasco menos moderado el " conflicto político " con el Estado. Consecuentemente a ello, tratar de superar las secuelas físicas, morales y psíquicas que ha dejado en las víctimas y en la sociedad la banda terrorista ETA, buscando para ello el esfuerzo común para acabar con el sufrimiento y el terror producidos por la amenaza, la extorsión, el secuestro o el asesinato de aquella organización. Las conversaciones/negociaciones impulsadas por los Gobiernos democráticos españoles para acabar con la violencia de la organización terrorista han desempeñado un papel, en cierta medida, significativo puesto que, aun no consiguiendo finalizar con éxito, ETA no ha conseguido sus pretendidos objetivos. Consecuencia de la dinámica puesta en marcha en los diferentes procesos negociadores ha sido la desafección de la izquierda abertzale y la banda terrorista, el aislamiento social de ésta y su definitiva renuncia a la lucha armada. Los procesos de negociaciones de los diferentes Gobiernos españoles y la organización ETA han constituido un hito en la reciente Historia de España y supuesto un importante modelo, por sus especiales características, de resolución de conflictos muy a tener en cuenta en los estudios internacionales sobre procesos de paz.