La batalla de Zama ha quedado grabada a sangre y fuego en la historia de Occidente como uno de los mayores enfrentamientos estratégicos de todos los tiempos. Por un lado el general cartaginés Aníbal Barca dispuso una fuerza de infantería de 37,000 hombres, entre los que se contaban sus 12,000 veteranos de Italia, en tres líneas con la caballería a los flancos y 80 elefantes al frente. Por su parte, Publio Cornelio Escipión, que llegaría a ser conocido como el Africano Mayor, contaba con un número similar de hombres, pero confiaba en la experiencia y la espléndida preparación de sus legionarios, y sobre todo de la legendaria caballería númida.