Este texto analiza cómo las autoridades públicas intentan modificar la conducta de los ciudadanos y diseñan y operan los servicios enfrentándose a diversos retos. La corriente gerencialista dominante en la gestión pública aboga por planteamientos de eficacia y eficiencia. En el texto se ofrece un análisis crítico de diverso s conceptos y controversias de la gestión pública que están influidos por esta corriente. Frente al monolitismo de los planteamientos gerenciales, este libro considera que no hay una única forma de gestionar bien y los directivos públicos se inspiran en diversas fuentes. La gestión pública está caracterizada por controversias y conflictos de valores respecto a lo que se pretende conseguir (los objetivos públicos de unos servicios de calidad, equitativos, eficientes, y eficaces), cómo se regula (diseño de las normas y los principios y su cumplimiento), cómo se presta el servicio (basado en la jerarquía, la confianza, la voz o la elección de los usuarios) y cómo se gestionan los recursos humanos, organizativos, financieros y tecnológicos de las organizaciones públicas.