La idea de esta serie de libros nace de un reto, el ilustrador seleccionado tiene que contar una historia, siguiendo solo dos reglas: usar una sola palabra (la del título) y que el formato del álbum sea de 40 páginas. Cuando el reto se logra, el libro consigue cambiar los hábitos del lector, apelando a una manera diferente de "leer" (diferente a la palabra escrita). La narración de la historia reside únicamente en poder de las ilustraciones, y en la elección de esa única palabra, el título. Cada ilustrador utiliza sus registros propios para contar su historia, emocionar e incluso molestar al lector de una manera maravillosa e ingeniosa que no podíamos dejar de dar a conocer a nuestros lectores...