Se diría que, impelido por una oculta necesidad, Rafael Argullol se propone en este libro un ejercicio, a un tiempo vital y literario: escribir diariamente, a lo largo de tres años, un fragmento. Día a día se va construyendo así la obra, a modo de captura de instantes, como reflejos de vida, de La Vida con mayúsculas. La llamada de la belleza, la evocación, el miedo, la búsqueda, el amor construyen este texto extraordinario, profundamente bello, profundamente humano, que nos invita a viajar, de la mano de su autor, al misterio que todos somos. Así nace Poema, un libro lleno de libros que propone al lector un horizonte y una compañía íntima.