Libérate de todo aquello que conoces, de la imagen que te has hecho de cada cosa, de cada lugar, de cada ser, de cada información que has recibido, y míralo todo como algo nuevo, como algo por descubrir. Observa cómo lo ves tú, no como te lo han mostrado hasta ahora.
Deja a un lado todo lo que sabes, todo lo que has aprendido, aleja los conocimientos de tu mente, olvida aquello que te han enseñado, lo que te han inculcado desde pequeño, e inspecciona, explora tus verdaderos sentimientos, sin ningún tipo de programación o condicionamiento. Empieza otra vez desde cero; no te quedes con nada, vacíate del todo y ve lo que sientes en lo más profundo de ti, de tu corazón.
Comienza a saber y a sentir de verdad quién eres, en total libertad.