Dos siglos después de su invención, a cargo del alemán Karl Von Drais, la bicicleta vuelve a reclamar su espacio en las calles. No solo como una solución para el asfixiant tráfico de las grandes urbes, sinocomo una herramienta fundamental en la lucha contra el cambio climático. Un medio de transporte limpio y eficiente que contribue de manera decisiva a mejorar la salud y el bolsillo de los ciudadanos, así como a crear espacios de convivencia más silenciosos, humanos y amables.