Mujyokan... Nada existe cuya forma permanezca. Todo es cambiante, efímero, finito. Ahí radica, precisamente, su belleza. Eso es lo que trata de atrapar este libro, que reúne 72 haikus y un jisei final, un breve poema de despedida escrito ante la certeza de la muerte. Instantes de belleza atrapados al vuelo por una mirada personal, rápida, única a la naturaleza que nos rodea, a momentos comunes y fugaces llenos de magia: la singularidad de un copo de nieve que cae, el aleteo de un pato en su azarosa migración, el zumbido de una abeja sobre una flor, el rugido de un trueno, el destello de una luciérnaga, el vuelo de una semilla, el golpeteo tedioso de la lluvia sobre un tejado. Instantes. Belleza en lo simple. Finitud.
Puro Mujyōkan.