Osip Mandelstam dijo de Innokenti Ánnenski que «percibía la poesía como un conjunto de rayos arrojados por la Hélade», un poeta cuya obra sigue siendo hoy revelación y misterio. Por primera vez publicado al español en un libro, mostramos aquí una voz contenida, lúcida y a la vez pausada, en traducción de otra voz igualmente contenida y directa, la de la poeta Natalia Litvinova. Ella ha sabido captar en estos poemas el tiempo y el silencio como quien sabe que debe quedarse en casa y reservar la leña porque afuera hay nieve, que es necesario guardar el alimento, comer despacio pues se avecina la escasez, que hay que apagar la luz para llevarla dentro.