En 1933 imparte Dietrich Bonhoeffer un curso con el que subraya la urgencia de cultivar, precisamente en la hora crítica del presente y según la indicación de KarlBarth, el asunto central de la teología cristiana: la pregunta de quién es Jesucristo. A través de las palabras de Bonhoeffer, ponderadas y constructivas, palabras deinterrogación, cobran nueva vida las sutiles cuestiones cristológicas de la Iglesia primitiva y de la Reforma y se entabla uno de los diálogos más profundos entre el pensamiento moderno y la tradición teológica.
Los dos comentarios bíblicos también reunidos aquí, «Creación y caída» y «Tentación», en su origen cursos y conferencias pronunciados ante sacerdotes, candidatos al sacerdocio y predicadores auxiliares, son reflejo del estilo hermenéutico, de inconfundible perfil, de Bonhoeffer. El primero ve la luz en el semestre de inviernode 1932-1933, en un momento en que la formación de una conciencia teológica debía contribuir a la toma de posición por parte de la Iglesia. El segundo, impartido en la clandestinidad en junio de 1938, surge en una época en que se había traicionado esa conciencia teológica. Ambos responden a la idea de que el texto bíblico se ha de interpretar como el texto de una Iglesia actuante en la realidad histórica.