Una ardilla está parloteando, las abejas están zumbando, el sol brilla en el cielo... Y el pequeño búho debería estar durmiendo, pero siente curiosidad y no puede cerrar los ojos de nuevo. El bosque que él conoce tan bien por la noche es completamente diferente (y emocionante) durante el día. Después de ver bailar a las mariposas, cómo juegan los cachorros y su primer arcoíris, el pequeño búho regresa a su árbol. Ahora tiene nuevas historias que contarle a su mamá.