Madagascar, el destino muchas veces soñado por muchos: una fauna impresionante (el país figura entre los diez primeros lugares del mundo por diversidad biológica), bellamente representada por los lémures, una no menos impresionante flora -en este caso singularizada por los imponentes baobabs-, resguardadas en distintos parques nacionales (Andringitra, Bemaraha, Isalo, Ranomafana...), poblado por gentes de diversos orígenes (árabes, suajili, malayos, polinesios), amable y comprensiva con el visitante. Y paisajes, variados paisajes, desde la gran aglomeración urbana de Antananarivo -Tana, para abreviar-, la capital del país, a la placidez de las aldeas zafimaniry, el bullicio de Tuléar (Toliara) y el mar de Nosy Be e isla Sainte Marie conforman una mínima parte del atractivo de Madagascar.