Tras haber sido capturado por el capitán Strom, Erlin y sus compañeros naufragan en las peligrosas costas del nuevo continente de Groathar. Erlin se enfrentará no sólo a un pueblo cada vez más hostil, sino también a las amenazas del Inhuma; Barlin tratará de sobrevivir a la arena del Kondrack y a un pueblo karck cada vez más enemistado con la raza humana. Ante tales peligros, sólo Franz Smuggler, el anciano Maestro de Maestros, podrá recomponer las frágiles relaciones entre el sometido pueblo del desierto y el Imperio. Y, mientras tanto, Erlin sigue tratando de esclarecer el futuro para el que ha sido predestinado