Una tarde lluviosa un excéntrico multimillonario ruso entra en una librería del barrio de Chelsea. Es culto y misterioso, discreto y elegante, y tiene un encargo inusual: construir la mayor biblioteca privada de Europa. Como adelanto, deja un cheque por 250 000 libras. Su fin va más allá del dinero, persigue un fin mayor: el amor de Natalia, rusa también, a quien conoce desde la infancia y que ahora está casada con un inglés. Su pasión por ella supera incluso la que tiene por la riqueza que atesora, que parece infinita.