Ciertas ideas acerca del "arte de no intervenir" durante el cuidado mental están planeando en Sobre la locura. Indirectamente, pues este libro de Fernando Colina -de variada inspiración, con fuentes de todo tipo-, aborda temas como el secreto, la mentira o la amenaza, además de asuntos cruciales, como el lenguaje pulverizado, las palabras que rellenan los vacíos y esas voces que aparecen en una cabeza enloquecida y que son llave maestra para acceder a ella.
En la sucesión de temas abordados aparecen, luego, la conciencia delirante y desdoblada, el mismo Dios o la propia idea de inmortalidad, así como las relaciones entre perturbación mental el amor, la acción y el trabajo. La difícil relación del interpretante con la teorización, con la distancia justa, con las medicinas o con el fundamental "derecho a estar loco", se ofrece aquí sin olvidar grandes temas que están asociados al desvarío: el poder, el diagnóstico, la ternura o la violencia. Otros problemas generales -la escritura, el saber, la historia-se ven magistralmente tratados también en este texto que se opone a las tendencias conservadoras de la psiquiatría.
Fernando Colina se abría a un territorio ensayístico personal con Deseo sobre deseo (Cuatro ediciones). En Sobre la locura, aunque fiel a sus preocupaciones mentales, mantiene esa tensión de la escritura y del pensamiento que le caracteriza como interpretador de la llamada sinrazón