La vida de Alena es un completo infierno. Al poco de cambiarse a un internado de pijos, ya sufre los acosos de Filippa y de las otras chicas del equipo de lacrosse. Pero Josefin no piensa dejar que su mejor amiga Alena siga aguantando de esta manera ni al rector ni a las sesiones de tutoría ni a Victoria ni por nadie más en esta vil escuela. Si Alena no responde a los ataques recibidos, Josefin tomará el control. Solo hay un problema. Josefin lleva muerta un año.