Tres hermanas, que la vida ha alejado entre sí, se reúnen en la casa paterna con ocasión de una comida de cumpleaños. El retorno de las tres hermanas a la casa de su infancia hace aflorar los recuerdos. Gestos nerviosos, palabras que se traban en la lengua, rencores que se congregan alrededor de la mesa… Un escenario ciertamente habitual en tales reencuentros. Pero, a los postres, se activa la espoleta de una bomba de efecto retardado: un comentario hiriente desvela un secreto de familia que alterará radicalmente la vida cotidiana de cada una de las tres hijas, así como su relación con su padre y aun con el recuerdo de la madre, muerta a temprana edad. Berest, con llamativo talento, ha construido una novela sorprendente por su madurez narrativa. Con pulso firme, nos conduce a través de una indagación que, sin alejarse de la vivencia cotidiana de los protagonistas, se adentra en el territorio de la identidad personal, para concluir en un desenlace tan inesperado como conmovedor.