Al final del verano un calor abrasador se cierne sobre el pueblo.
Henry tiene trece años, es solitario y no es muy bueno
para los deportes, por lo que pasa el tiempo viendo la televisión,
leyendo y pensando en las chicas de su colegio. La única
compañía de Henry es su madre divorciada, Adele, que soñaba
con ser bailarina, y Joe, su hámster. A pesar de sus esfuerzos,
Henry sabe que sus intentos para hacer feliz a su madre,
gastándole bromas y regalándole cupones del supermercado
con los que podría «ganar un marido por un día», son en
vano. Todo cambia el último jueves de ese verano cuando
Frank, un individuo misterioso, se acerca a Henry para pedirle
ayuda. Durante los días siguientes sucede algo extraño e
intenso. Henry aprenderá algunas de las más valiosas lecciones
de la vida. Joyce Maynard teje una trama incisiva acerca
del amor, el despertar sexual de la adolescencia y el poder de
la traición vistos con la mirada de un chico.