En El acero y la seda, José Abad reflexiona acerca de la ofensa y la venganza, el honor y el coraje, la lucha contra los otros y contra uno mismo, los lazos del amor y la crueldad del destino, todo ello en el marco de un Japón milenario. Las histo- rias de este hermoso volumen producen una íntima catarsis dejando una sensación de sosegada tristeza en el lector. Le provocan, en fin, la impresión que debe dejar la buena literatura, la de ocupar más espacio en la memoria que sobre la página.