Una inmersión en un espacio literario donde se explora lo cotidiano y lo trivial para encontrar en ellos los filones por donde campean lo insólito, lo fantasmágórico, la alucinación y la maravilla. En la obra de Garmendia, como apunta la autora de esta selección en el prólogo al volumen, pareciera que lo gótico abandona las mansiones centroeuropeas para migrar a casas de costureras y oficinistas, a las anodinas pensiones de mala muerte de las metrópolis caribeñas, a sus calles, sus atascos, funerarias y concurridas tabernas de malandros. «Así, se despliegan en sus ficciones muñecas de cristal, fantasmas, muertas novatas, maniquíes, espejos, azoteas, pianolas que provocan festines caníbales, edificios líquidos, metamorfosis felinas, crímenes por aburrimiento en salas de espera; asimismo, el devenir de peatones, familiares, emigrantes y carteros que ambicionan otra vida, conserjes y carrozas fúnebres que toman vuelo o un hombre que lleva su cabeza en una bolsa. Todo vale para poner en discusión la percepción de lo real, dinamitar el orden. Garmendia detiene, espesa y perturba las circunstancias particulares de sus personajes mediante el absurdo, el humor, el erotismo, el desconcierto de los sentidos, el resquebrajamiento de las identidades; recurre a la cosificación, la crueldad, la abyección, el deterioro y la ruina, con economía de medios y sin derivas verbales, estrategias que jamás desdicen del hallazgo poético con su poder transfigurador y evocador.» Autor: Garmendia, Salvador Garmendia, Salvadorl venezolano SALVADOR GARMENDIA (Barquisimeto, 1928-Caracas, 2001), creador de una de las obras más ricas y originales del continente, fue también el narrador más importante de su país en el ámbito del boom de la literatura latinoamericana. Escritor, guionista y diplomático —ejerció como consejero cultural en la embajada de Venezuela en Madrid y en Barcelona—, Garmendia fue una de las figuras señeras de la intelectualidad americana. Autor de importantes novelas como La mala vida, Día de ceniza, Los pies de barro y Memorias de Altagracia, Garmendia destaca ante todo como absoluto maestro en la narrativa breve. Entre sus libros de relatos se encuentran: Doble fondo (1966), Difuntos, extraños y volátiles (1970), Los escondites (1972), El único lugar posible (1980), Hace mal tiempo afuera (1986) y La media espada de Amadís (1981), así hasta alcanzar catorce títulos. Fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura en 1973, el Juan Rulfo de Cuento en 1989 y el Dos Océanos en 1992.