Kumiko está aburrida de la nieve. Aunque ya debería ser primavera, el valle se encuentra cubierto por un manto blanco que impide ir al cole y jugar con los amigos... Cuando la princesa Shiro aparece mágicamente en su habitación y le pide a Kumiko que la ayude a recuperar sus tres dones perdidos, la niña accede. Lo que aún no sabe es que, al hallar los dones, no solo hará desaparecer la nieve, sino que también obtendrá su mayor deseo, ese que nunca le ha contado a nadie.