Muchos jefes -los adictos al trabajo pero también aquellos orientados a los resultados- se implican en exceso. Se consideran a sí mismos el elemento clave de su equipo. El profesor y consultor John Keith Murnighan defiende que muchos líderes deberían aprender una gran lección: no hacer anda. Murnighan sostiene que muchos líderes desean progresar en sus carreras, pero que el miedo y la ansiedad que acompaña a cada ascenso provoca que sigan enfocándose hacia los aspectos más técnicos de sus funciones, interfiriendo en el trabajo de los demás, cuando lo que deberían hacer es identificar las fortalezas de sus colaboradores y dejarles trabajar.
Partiendo de una profunda investigación y de ejemplos de todo tipo de empresas, Murnighan demuestra que no hacer hacer nada es un trabajo tremendamente duro para un jefe, pero que en el fondo, usted debería hacer menos para conseguir mejores resultados.