Esta quinta edición respeta en todo su conjunto a la última edición que Rafael Andolz legó como definitiva. Sólo ha cambiado el formato para hacer más manejable su consulta y estudio.
Se trata de un diccionario de fablas aragonesas, sobre un Aragón que sigue impregnando al castellano con voces propias que la gente sigue utilizando sin saber que son palabras aragonesas. Por otra parte se advierte una resurrección de las fablas, y los estudiosos del aragonés se encuentran con la pobreza de un léxico que va despareciendo, teniendo que echar mano de voces castellanas, haciendo así una mezcla bárbara de un hibridismo desconsolador. Lo cierto es que no existe una Fabla única, sino que en todo Aragón pueden encontrarse diversos tipos de fablas, aunque compartan vocablos.